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Hasta cuándo apoyarán los militares a Maduro

Es la gran incógnita en una semana en la que el presidente venezolano quedó más aislado tanto dentro como fuera del país. Las Fuerzas Armadas son el sustento de su poder, pese a las frecuentes sublevaciones reprimidas.

  • Rio Negro – Opiniones
  • 25 Jan 2019
  • Redacción Central

Venezuela vivió una nueva semana llena de incidentes y muertos, tras un miércoles en que dos manifestaciones opuestas inundaron las calles de Caracas.

Una vez más el gobierno de Nicolás Maduro parece salir airoso a nivel interno, aunque a nivel internacional su nuevo rival, el titular del Congreso venezolano Juan Guaidó, cosechó el apoyo de gran parte de los gobiernos latinoamericanos y EE. UU. para declararse gobernante interino.

El gran sustento de Maduro volvió a quedar demostrado que son las Fuerzas Armadas, pese a que la semana comenzó con un intento de asonada rápidamente controlado por la cúpula militar.

Pasan las semanas y la preguntas suenan cada vez más fuerte: ¿está perdiendo el presidente venezolano el apoyo de los militares? ¿Logrará la presión de gran parte de la población erosionar el apoyo de las fuerzas armadas al chavista? ¿Son en realidad los militares los que gobiernan en Caracas?

El miércoles la Fuerza Armada de Venezuela (FANB) rechazó la autoproclamación del jefe parlamentario Guaidó, como presidente interino del país, aseguró el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

“El desespero y la intolerancia atentan contra la paz de la nación. Los soldados de la patria no aceptamos a un presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses ni autoproclamado al margen de la ley. La FANB defiende nuestra Constitución y es garante de la soberanía nacional”, escribió Padrino en Twitter.

Guaidó, un dirigente de 35 años que asumió la presidencia del Parlamento –de mayoría opositora– a comienzos de enero, juró como presidente interino de Venezuela el miércoles ante una multitud de seguidores que marchó por Caracas para presionar por un gobierno de transición y un llamado a elecciones.

Después de ese hecho, Maduro pidió “máxima disciplina” a la Fuerza Armada, considerada su principal sostén.

“Fuerza Armada Nacional Bolivariana a mi mando, máxima unión, máxima disciplina, que esta la vamos a vencer”, dijo Maduro en un discurso también ante seguidores desde el balcón del palacio presidencial de Miraflores. “¡Leales siempre, traidores nunca!”, clamó Maduro tras pedir un aplauso para los militares.

El Parlamento, cuyas acciones son desconocidas desde el 2016 por la Justicia (de línea oficialista), declaró hace una semana a Maduro como “usurpador” de la presidencia y desde entonces se han multiplicado los llamados a los militares a desconocer su gobierno.

En ese contexto, el lunes un grupo de 27 militares protagonizó una fugaz sublevación, pues fueron detenidos poco después de robar armas y atrincherarse en un destacamento de Caracas.

Luis Vicente León, director de la consultora Datanálisis y uno de los analistas políticos más prestigiosos de Venezuela, le dijo días atrás al sitio ámbito.com que “es muy temprano para entender la profundidad del problema dentro del sector militar”.

“Es obvio que en todos los grupos e instituciones, incluyendo la militar, hay fracturas y descontentos. Eso no es nada nuevo y la muestra la tienes en los funcionarios chavistas que se han separado antes, en el magistrado (del Tribunal Supremo de Justicia) que huyó (Christian Zerpa) y la cantidad de militares venezolanos que están presos en los cuarteles, muchos acusados de intentos de desestabilización y golpismo”, añadió.

“Que se produzca un evento de sublevación en un centro de la Guardia Nacional no es algo que pueda sorprendernos. Las preguntas reales son otras. ¿Cuán masiva es esa división? ¿Cuán fuerte es en comparación con la capacidad del gobierno para controlarla y apagarla?”, señaló.

El pasado 6 de marzo, el exministro del Interior, fundador del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), Miguel Rodríguez Torres, afirmó: “Las condiciones objetivas de un golpe de Estado hoy son 100 veces superiores a las del 4 de febrero (de 1992). Los oficiales de la Fuerza Armada, las tropas, la familia militar, están pasando la misma penuria que pasamos todos en la calle”.

Pocos días después, Rodríguez Torres, quien acompañó a Maduro hasta finales del 2014, fue arrestado. Lo acusaron de estar en contacto con la CIA y realizar acciones conspirativas contra “la unidad monolítica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”.

Pero qué mejor que leer a dos exmilitares venezolanos que hicieron una radiografía de la situación militar.

Gegnis Russo (27) y Cristian Hernández (22) viven en Perú y el pasado miércoles 16 de enero aparecieron en un video donde anunciaban que no reconocían a Maduro como presidente de Venezuela y respaldaban al titular del Parlamento, el opositor Juan Guaidó.

Ambos concuerdan en que la mayoría de los militares está descontenta con el régimen de Maduro, pero aseguran que la eficacia de los servicios de inteligencia de Venezuela detiene cualquier intento de levantamiento para derrocarlo.

“Los cuerpos de inteligencia de Venezuela son bastante fuertes con estas personas que se rebelan en contra del gobierno, por eso hay mucha gente que está escondida y que no puede expresarse libremente”, dice Russo.

“Maduro no gobierna Venezuela. Venezuela es gobernada por Cuba, con los intereses que ellos tienen dentro del territorio, seguidamente el poder lo tiene también el gobierno de Rusia y el imperio chino”, dice Hernández, quien sostiene que esos países (Rusia y China) “compraron todo en Venezuela”.

“Dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela y del gobierno hay una fuerza de inteligencia que tiene mucha experiencia: el G2 cubano. Ellos tienen 50 años de experiencia en inteligencia y han bombardeado a las Fuerzas Armadas como si fuéramos subalternos o subordinados a ellos. El G2 ha frustrado varios intentos de golpe de Estado, como el que queríamos llevar adelante nosotros, el de Óscar Pérez, el de la brigada de Paramacay, el del Golpe Azul; podríamos hablar horas de cuántos intentos de golpe de Estado han sido frustrados por culpa de ellos”, enfatiza Hernández con una visible incomodidad.

“Tenemos un presidente ilegítimo que es Nicolás Maduro y también tenemos a una gran cúpula militar de mandos superio- res que son realmente los que están gobernando Venezuela. Las Fuerzas Armadas forman parte importante de un país, pero en Venezuela tenemos un monigote que está siendo manipulado por altos mandos en la Fuerza Armada, esa es la verdad a mi parecer”, enfatiza Russo.

El especialista en Defensa y exprofesor de la Escuela de Inteligencia del Perú Andrés Gómez de la Torre respalda las declaraciones de los militares.

“Tienen mucha razón. Muchas instituciones cubanas han sido replicadas en Venezuela”, asegura.

Según Gómez de la Torre, el gobierno de Venezuela estaría usando los círculos bolivarianos –creados con finalidad ideológica– como una suerte de espionaje para recibir información de lo que ocurre en cada cuadra del país, algo que es parecido a lo que se usa en Cuba y es conocido como los “comités de defensa de la revolución cubana”.

No son pocos los analistas que aseguran que sin una fractura dentro de las Fuerzas Armadas, difícilmente una democracia republicana pueda gobernar Venezuela. Juan Guaidó sobrevivió ó a una de las peores tragedias naturales deVenezuela cuando era un quinceañero y Hugo Chávez cimentaba surevolución.

Hoy, autoproclamado presidente interino del país, es el mayor enemigo del mandatario socialista NicolásMaduro.

“Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo nacional como el presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y tener elecciones libres”, dijo el jefe delParlamento, de mayoría opositora, antemiles de opositores en Caracas.

Inmediatamente el mandatario estadounidense Donald Trump lo reconoció como “presidente interino» del país con la mayor reserva petrolera del planeta.

No obstante, Maduro define a Guaidó como “un muchacho jugando a la política” en el Legislativo que lo declaró “usurpador de la presidencia» tras asumir su segundo mandato de seis años el 10 de enero.

Espigado y de corto cabello negro que empieza a pintar sus primeras canas, Guaidó se convirtió el 5 de enero en el presidente más joven que haya tenido la Asamblea Nacional.

No era el hombre de los grandes discursos, pero le tocó ponerse a la cabeza de una oposición divid principales dirigentes en exiliados o inhabilitados.

Pero bajo su dirección aprobó una “amnistía” a militares que desconozcan a Maduro, a quien llama “dictador” y cuya reelección tilda de fraude. Sin embargo, todas las decisiones del Legislativo son consideradas nulas por la Justicia, de línea oficialista.

“Una de sus principales virtudes es que entiende las distintas posturas y hace lo que está a su alcance para que sean una sola”, comentó Juan Andrés Mejía, diputado de 32 años formado con Guaidó en el partido Voluntad Popular (VP), de Leopoldo López.

Nicolás Maduro, a los militares.

Luis Vicente León, director de Datanálisis

El jefe parlamentario opositor Juan Guaidó se autoproclamó el miércoles presidente interino de Venezuela, con el reconocimiento de Estados Unidos y otros países de América. Nicolás Maduro rompió relaciones con el gobierno de Trump.

“Fuerza Armada Nacional Bolivariana a mi mando, máxima unión, máxima disciplina, que esta la vamos a vencer”.

“Que se produzca un evento de sublevación no es algo que pueda sorprendernos. Las preguntas reales son otras. ¿Cuán masiva es esa división?”.

“Los cuerpos de inteligencia de Venezuela son bastante fuertes con estas personas que se rebelan en contra del gobierno, por eso hay mucha gente que está escondida”.

Gegnis Russo, exmilitar venezolano

Maduro lo tildó como “presidente de la república de Wikipedia”, ante ediciones en los perfiles de ambos en esa página web. En el del líder socialista se lee “legitimidad discutida”.

Con el paso de los días se le ve más seguro –sonríe en mítines y habla con mayor soltura–, mientras recibe apoyo internacional.

Desafío y problemas Guaidó reconoce, sin embargo, que su desafío a un gobierno que controla la Fuerza Armada le traerá problemas.

“Esto va a tener consecuencias”, admitió el diputado, quien el 13 de enero fue detenido durante una hora por agentes de Inteligencia, que según el gobierno se confabularon con la oposición para desprestigiarlo.

Al asumir la jefatura del Parlamento, Guaidó, casado y padre de una bebé, se comprometió a encabezar un gobierno de transición que convoque a elecciones, y en todos sus mensajes invita a los militares a romper con Maduro.

“Soy un sobreviviente, no una víctima”, dijo, recordando la tragedia de Vargas, cuando gigantescos aludes mataron a miles en diciembre de 1999. Chávez, quien gobernó hasta su muerte en el 2013, tenía solo 10 meses en la presidencia.

Guaidó vivía entonces con su madre y sus cinco hermanos menores en el costero estado Vargas. “Sé lo que es tener hambre”, afirma.

Comenzó en la política con la generación de universitarios que se opuso a Chávez con masivas manifestaciones en el 2007.

El movimiento derivó en la única derrota electoral del fallecido líder socialista, en un referendo para reformar la Constitución.

“Guaidó es una cara fresca, considerado un hombre de consensos por los moderados y respetado también por los radicales”, comentó a la AFP el analista Diego Moya-Ocampos.

En el 2009 fue miembro fundador de VP, del que ha terminado siendo el rostro más visible, pues López guarda prisión domiciliaria por las protestas contra Maduro del 2014 y Freddy Guevara –llamado a sustituir al líder mayor– se refugió en la Embajada de Chi- le, acusado por las violentas manifestaciones del 2017.

Guaidó, quien participó activamente en las protestas, fue elegido diputado suplente en el 2010 y legislador titular en el 2015, por su natal Vargas.

Se abrió paso con denuncias de corrupción en la estatal petrolera Pdvsa, mientras la producción de crudo colapsaba y la crisis se agravaba, con hiperinflación y escasez de alimentos básicos y medicinas.

Pero estaba lejos de los primeros planos. “De verdad, no sabía quién era. Ojalá no nos defraude”, reconoció José Hernández, administrador de 24 años que asistió a un acto en su apoyo.

Es un “juego complicado”, dice Mejía. Venezuela, agrega, “es un país acostumbrado al personalismo y al caudillismo y se está colocando una carga grande sobre Juan. El cambio no depende solo de él, depende de todos”.

Maduro lo tildó irónicamente como “presidente de la república de Wikipedia”, ante ediciones en los perfiles de ambos en esa página web. En el del líder socialista se lee “legitimidad discutida”.

Iris Varela, la ministra de Servicios Penitenciarios, le amenazó con cárcel: “Ya te tengo lista la celda”, dijo antes de su fugaz arresto.

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