«Es imposible técnica o materialmente», defender a Juan Requessens, el diputado venezolano detenido desde el 7 de agosto por su presunta participación en el supuesto intento de magnicidio contra Nicolás Maduro. Desde ese día, su abogado, Joel García, ha visto al parlamentario una sola vez: durante su audiencia de presentación. Tampoco tiene acceso al expediente de su caso y las apelaciones tiene que hacerlas ante el mismo Tribunal Supremo que le allanó la inmunidad a Requessens violentan- do todas las normativas legales. Sin embargo, García señala que agotará las vías de derecho para intentar que su patrocinado salga en libertad. Y, paralelamente, seguirá impulsando las vías internacionales para lograr que el diputado goce, al menos, de una medida sustitutiva de cárcel.
—¿Por qué no puede ver a su defendido todavía? ¿Qué alega la policía?
—Simplemente no permiten el paso. La única vez que pudimos verlo fue el día de la audiencia de presentación. Pero de forma posterior a ello, en la visita que le autorizan a cada preso los lunes y los jueves, a nosotros nos han prohibido el acceso.
—¿No ha tenido acceso al expediente ni contacto telefónico?
—No, tampoco. El expediente tiene reserva, y solo pude verlo el día de la presentación.
—¿Se parece el caso al de Leopoldo López o es más grave?
—Este caso es similar al de Leopoldo López en cuanto a la vulneración de derechos, pero tiene otra connotación porque se trata de un diputado, con inmunidad parlamentaria, con otras prerrogativas que no tiene un ciudadano común. Igualmente hay que agotar los recursos de apelaciones, los amparos, todo lo que se pueda hacer en Venezuela, y si en Venezuela no tenemos respuesta, como así va a ser, te da pie para que tú inicies acciones ante la justicia internacional, porque la justicia internacional es totalmente complementaria.
—¿Cuáles son los próximos pasos?
—Uno, ejercer el recurso de apelación por la privativa de libertad y la imputación que se le hizo; dos, ejercer alguna acción de amparo si nos siguen coartando el derecho a la defensa; y tres, acudir a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y Comité de Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas, por lo pronto.
—¿Qué mensaje le daría a quienes siguen el caso de Requesens desde dentro o fuera de Venezuela?
—El mensaje es que todos los venezolanos estamos en libertad condicionada por el Estado y podemos ser víctimas de estas aberraciones jurídicas o arbitrariedades del régimen. La petición es a que no descuiden este caso, ni ningún otro de presos políticos o presos no políticos, porque se trata de violaciones flagrantes de los derechos humanos por parte del Gobierno de Nicolás Maduro y sus aliados.